sábado, 29 de diciembre de 2012

Dejar de esperar


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después de casarnos, después de tener un hijo y después de tener otro…, entonces nos sentimos frustrados porque los hijos no son lo suficientemente grandes y creemos que seremos felices cuando lo sean.
Después de eso nos frustramos porque son adolescentes y difíciles de tratar.
Creemos que seremos más felices cuando salgan de esta etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando tengamos una mejor casa, un mejor auto, cuando nos podamos ir de vacaciones o cuando nos jubilemos.

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que AHORA. Si no es la hora, ¿cuándo?.
Tu vida siempre esta llena de problemas o desafíos. Es mejor admitirlos y decidir ser felices de todas formas.

Siempre parece que la vida esta a punto de comenzar, pero siempre hay algún obstáculo en el camino, algo que resolver primero, algún asunto sin terminar, tiempo por pasar, una deuda por pagar, entonces la vida comenzaría.

Hasta que te das cuenta de que estos obstáculos son la Vida misma. Esta perspectiva te ayuda a ver que no hay camino a la felicidad. LA FELICIDAD ES EL CAMINO…

Así que atesora cada momento que tienes…, y atesóralo más cuando lo compartas con alguien espacial para compartir tu tiempo, y recuerda que la vida esta llena de ese tiempo, y que el tiempo no espera a nadie…

Así que deja de esperar hasta que termines la secundaria, hasta que bajes 10 kilos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta la primavera, hasta el otoño, invierno o verano…, o hasta que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser feliz…

La felicidad es un trayecto, no un destino.
Por todo esto:
“Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo…”