sábado, 3 de marzo de 2012

La mitomanía


Hoy no tengo ganas de escribir, pero quiero compartir con vosotros un artículo sobre un tema que me interesa bastante. Quizá a alguien le pueda ayudar a entender qué le sucede a alguna persona próxima que se encuentre en esta situación y a tener una idea de como confrontar el problema.

La mitomanía

Calificada como un impulso incontrolable hacia la mentira, la mitomanía deteriora la personalidad de los afectados, quienes pierden credibilidad ante los demás.

Pinocho, el protagonista del cuento infantil a quien le crece la nariz cada vez que miente, no sólo ha cargado con tal enseñanza por más de un siglo, sino que ha irrumpido en la escena científica ayudando a descifrar el trastorno patológico conocido como mitomanía.


De la ficción a la realidad

De acuerdo con un estudio realizado por expertos de la Universidad de Chicago, Estados Unidos, la nariz de Pinocho ha rebasado las fronteras de la ficción pues se ha demostrado que, cuando una persona miente, los vasos sanguíneos del órgano se repletan de sangre, y provocan que éste se hinche.

Los autores de la investigación, Alan Hirsch y Charles Wolf, señalan que, aunque no es un efecto perceptible a simple vista, éste hace que el individuo en cuestión sienta picazón en la punta de su nariz y se tenga que rascar, en un acto puramente involuntario.

Generalmente, cuando alguien oculta u omite la verdad, la lengua se le traba y aparecen otros signos, como sudoraciones, gestualidad exacerbada e intranquilidad, fácilmente reconocibles por un "ojo clínico". Ahora, con los resultados de este estudio, otro detalle se suma a la lista de "delatores" que podrían dejar muy mal plantados a los mentirosos compulsivos.


La mitomanía, un serio trastorno psicológico

Definida como un trastorno de la personalidad que consiste en mentir de manera patológica, falseando la realidad, la mitomanía puede convertirse en un serio desorden psicológico cuando la persona no sale de una mentira para entrar en otra, y no concibe su realidad ni la de los demás sin adulterarla de algún modo.

Ciertamente, la mentira ha tocado a la puerta de casi todos los seres humanos: ante la tarea olvidada, la desobediencia paterna, los azares del amor y otras situaciones de la cotidianidad, pero hay que tener mucho cuidado pues, fácilmente, las pequeñas falsedades o las llamadas "mentiras piadosas" pueden conducir a la mitomanía, término usado por primera vez en 1900, por el profesor francés Ernest Dupré.


La mitomanía es bastante habitual

Según Dupré, existen cuatro tipos de mitomanía: la vanidosa (cuando la persona se halaga), la errante (cuando trata de huir de su realidad), la maligna (cuando intenta compensar un complejo de inferioridad) y la perversa (cuando miente para estafar).

Especialistas opinan que esta tendencia hacia la mentira es más común de lo que se cree, y puede acoger a cualquier persona, aunque mayormente afecta al sexo masculino. De acuerdo con el doctor mexicano Sergio Arturo Escobedo, el hecho de ocultar la verdad entraña en sí una amenaza de padecer tal desorden.
Es decir, el mero acto de omitir la realidad acerca de una determinada situación es, por lo general, una clara maniobra de quienes tratan de fabricar una imagen más aceptable de sí mismos o de situaciones que les son inherentes.

También es bastante habitual el uso excesivo de la mentira para evitar compromisos sociales. Si bien es cierto que, en principio, el recurso puede ser útil en dependencia de las circunstancias que lleven a utilizarlo, Escobedo recomienda tener mucha precaución al respecto y establecer un límite, toda vez que su empleo indiscriminado puede generar secuelas bastante negativas.


Causas y efectos de la mitomanía

Según la psiquiatra española Ana Simó, la baja autoestima es responsable del trastorno en muchas ocasiones. En otras, la necesidad de ser aceptados entre familiares y amigos, de conseguir lo deseado, o de aparentar una realidad diferente a la vivida. Las consecuencias, sin embargo, son las mismas: la pérdida de credibilidad, confianza y prestigio entre los allegados, así como el deterioro progresivo de la personalidad ante los ojos de los demás.

Sin dejar de mencionar las consecuencias sobre sí mismos. Es decir, los mitómanos y mitómanas terminan creyéndose sus "mentiras gordas", y es tal el enredo de sus propias invenciones que muchas veces no saben cómo salir de su propia maraña. Lo peor es que no se consideran como tales y sólo buscan ayuda profesional en muy pocas ocasiones.


Cómo hacer frente a un mitómano o mitómana

El psiquiatra mexicano Sergio Arturo Escobedo aconseja tratar de comprender a los mentirosos compulsivos porque, al fin y al cabo, se trata de un desorden patológico. Eso sí, recomienda confrontarlos de manera sutil y privada, a fin de que el mal no se vuelva irreversible. O sea, hay que darles a entender que sus mentiras no son aceptadas y que, si continúan fomentando el impulso de desvirtuar la realidad, el descrédito hará presa de ellos.

Lógicamente, también sugiere la búsqueda de ayuda profesional, pues sólo un psicoterapeuta podrá dilucidar la raíz del padecimiento, discutirla con el afectado y trazar las terapias a seguir. En muchas ocasiones, dichos tratamientos comienzan con la exploración del paciente mediante entrevistas destinadas a mostrarle el costo de sus actos. También suelen incluir a los familiares más cercanos, en aras de realizar un trabajo de conjunto más efectivo.

Y es que, por más que la ficción se acerque a la realidad, no será Pepe Grillo, la conciencia de Pinocho, quien señale los efectos nocivos del trastorno ni, mucho menos, quien indique el procedimiento y conducta a seguir. Desafortunadamente, la magia del cuento infantil termina cuando la seriedad del desorden comienza.


Dejo un video como reflexión:




Vía: universotlp.activoforo.com

3 comentarios:

  1. jajajaj perquè em sona tan proper el tema d'aquesta entrada?? així..pel que acabo de llegir sembla que no podrem posar tal persona davant per davant de la veritat perquè encara es quedarà més traumatitzat no?... no si.. encara a sobre tindrà la sort de tenir un problema psicològic i no hi pot fer res ¬¬! xDD

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    1. Ets la monda!Això de se dissimulada no va amb tu definitivament xDD I si, sembla que poca cosa hi ha a fer amb aquestes persones..perquè ni ells ho reconeixen..ni posant-los en evidencia se'n busquen una altre de trola xD En fi...Més negoci per mi xD
      Mua!

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  2. OMG!!
    molt interesant, m'ho he llegit sencer, inclós li he llegit un parell de trocets al jona, que es aquí amb mi encara xDDD
    m'ha agradat aixó de que afecta més als homes, i aixó del nas, de la picor i tal, ja ho havia sentit algún cop, no exactament lo de que se li omplen els vassos sanguinis del nas de sang, pero si de la picor i tal xD
    t'he deixat escrit al msn, que quan la perduda i el sms, era al partit del jona i del meu germà (que no ha aparegut TT), i com no tinc saldo no he pogut contestar-te :(
    m'esperaré una estona si et conectes, si no parlem demà!!
    un petóó!!

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